El nuevo fallo judicial que ratifica el freno a la utilización de las reservas del Banco Central por no contar con la autorización del Congreso le asestó otro revés político al debilitado gobierno de los Kirchner. Algunos analistas ya dan por muerto al “Fondo del Bicentenario” y finalizados los días de Martín Redrado al frente del Central. Pero la “batalla” por ver de dónde saldrán los fondos para pagar la deuda externa sigue abierta.
El gobierno baraja sus alternativas. Entre ellas, varias ingenierías financieras, como las del ideólogo del mismo Fondo del Bicentenario, Mario Blejer, o la de otro “golden boy” (pero “nacional y popular”), Amado Boudou. Pero cualquiera sea la opción, el nuevo canje que preparan los Kirchner es un fraude. El valor de la oferta actual por estos bonos superaría en un 50% al del 2005 cuando estos títulos fueron comprados a un valor depreciado del 25%. Todo un negocio para los fondos buitres y los patrones afines al gobierno.
Los Kirchner tampoco descartan aceptar el desafío de la arena parlamentaria y hacer votar el decreto cuestionado. Calculan que ofreciéndole a las provincias el reparto del monto que el presupuesto 2010 había destinado para pagos de la deuda, podrían ganar la “voluntad” de algunos senadores del peronismo disidente, y romper a su favor la situación de virtual empate técnico que existe en la Cámara alta. En ese sentido, peronistas opositores como el gobernador de Córdoba, Schiaretti, ya dieron su visto bueno al Fondo del Bicentenario, con las miras puestas en engordar las alicaídas arcas provinciales. Otra de las variantes en danza es la de recurrir al Decreto del 2005, que fue avalado por el Congreso y con el que se pagó al FMI, que habilitaría a utilizar reservas para pagar deuda a los organismos multilaterales de crédito oficiales. Esta opción contaría con el favor de la mayoría de la oposición patronal.
Detrás de los pases de factura al interior del gobierno, de los cruces entre los partidos opositores, lo que pudimos ver en estos días es un verdadero streap-tease de los partidos de esta democracia para ricos, profundamente serviles a los intereses del capital financiero imperialista. Ni la UCR, ni el peronismo disidente, ni la Coalición Cívica, ni obviamente el PRO, están por parar la sangría nacional hacia los usureros internacionales. 27 años de régimen constitucional, de gobiernos alfonsinista, menemista, aliancista, duhaldista y kirchnerista demuestran que todos avalaron los negociados de la dictadura que estatizó la deuda privada, realizaron otros por cuenta propia, y de conjunto continuaron con esta estafa a favor de la expoliación imperialista del país y de los grupos capitalistas. La estrategia de Pino Solanas y Claudio Lozano de Proyecto Sur de que la deuda sea investigada en el Congreso por los mismos partidos que la generaron, muestra su subordinación a este régimen político de la entrega nacional.
FACUNDO AGUIRRE RUTH WERNER
MARIO BONFIGLI "LA TRAICIÓN"
Hace 5 años