‘Proyecto nacional' con un agente del capital sojero y automotriz
Pino Solanas viajó a Córdoba para sumar a Luis Juez a la "Mesa de diálogo para la construcción de un proyecto nacional". Del encuentro participaron también, entre otros, dirigentes socialistas, de Libres del Sur y un representante de Lozano. El objetivo es hacer confluir a sectores "progresistas y antikirchneristas".
¿Qué tiene que ver Juez con un "proyecto nacional" y con el progresismo?
Recientemente se ha acercado a Carrió, pero también a Cobos, es decir a los sojeros partidarios de la mega-devaluación del peso y a los partidarios de una "salida" fondomonetarista, como la reclamaron el radical Aguad en el Congreso y Prat Gay en una conferencia de prensa de Carrió. Los diputados del juecismo votaron junto a la Coalición Cívica y el Pro el rechazo a la estatización de las AFJP, o sea que defendieron a los banqueros que confiscaron a los trabajadores por decenas de miles de millones de dólares.
¿Juez ‘progresista'? Debutó como delasotista, hasta 1988, luego menemista cuando Menem ganó la interna (fue funcionario y legislador por el menemismo), volvió a hacerse delasotista cuando lo nombraron fiscal anticorrupción y más tarde se hizo kirchnerista. En estos días está siendo investigado por manejo de fondos ligados a la Secretaría de Medio Ambiente: habría entregado a la ONG de la Picolotti la dirección municipal de medio ambiente a cambio de guita.
Juez, un "incontinente verbal", ha mantenido, sin embargo, silencio frente a la liquidación de la Caja de Jubilaciones de la provincia y a la represión a la lucha de los trabajadores estatales. No abre la boca sobre los despidos y suspensiones de la industria metalmecánica. Sus compromisos con las multinacionales es muy fuerte: Eduardo Bischoff, vocero de la Fiat durante 40 años, entró como legislador en las listas de Juez; en 2003, Merino, un funcionario de Volkswagen, entró en el Congreso Nacional por el juecismo. Juez honró la deuda fraudulenta dejada por el ex intendente Kammerath, y mantuvo las tercerizaciones de los servicios municipales y el negocio de Roggio con la basura (le prorrogó el contrato durante tres años con una duplicación del canon).
Juez hizo uso y abuso de la sumatoria de votos, gracias a lo cual hoy en la Legislatura de Córdoba hay cinco bloques que subieron pegados a su candidatura a gobernador. Dos de ellos son socios fijos de Unión por Córdoba, es decir, una red de punteros.
A Juez, el "progresismo" no le alcanzó para defender el arte de los ataques de los lefrevistas. Se puso del lado de éstos cuando atacaron la muestra de diez artistas en el Cabildo para la navidad de 2004; en 2007 sus funcionarios dejaron que el grupo facho "supervisara" una muestra del plástico Alfonso Barbieri: los fachos terminaron rompiendo las obras del artista.
Juez es el típico arribista de la política que vive de la teta del Estado, siempre como funcionario de algo o de alguien y que ahora busca llegar como sea a la gobernación de Córdoba.
Eduardo Salas
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